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domingo, 18 de marzo de 2018
lunes, 14 de marzo de 2016
sábado, 12 de marzo de 2016
La resurrección de Jesús
EL MAYOR DE LOS MILAGROS
La resurrección de Cristo es el mayor de todos los milagros de él y la máxima prueba de su misión divina. Aunque Jesús hizo muchas maravillas, sin embargo, el apóstol Pablo dijo, según 1ra. Corintios 25:17, que sin su resurrección nuestra fé sería vana y estaríamos todavia en nuestros pecados. Además, su resurrección fué la señal que el mismo Jesús prometió como la prueba de su misión divina (Mateo 12:38-40; Juan 2:19). Y si Jesús hubiera fallado en su promesa de volver a la vida el tercer dia después de su muerte, se le hubiera podido acusar de impostor.
LOS ENEMIGOS DE JESUS CONFIRMAN SU RESURRECCION
Los sacerdotes y fariseos, enemigos aférrimos de Jesús, comprendieron muy bien la importancia de su promesa de resucitar y por eso tomaron precausiones de sellar la tumba y de poner guardias. Esas medidas preventivas excluían la posibilidad de un posible fraude, ya que no habia manera de que alguien se pudiera robar su cuerpo de la tumba que, además de estar cubierta por la enorme piedra y sellada, también habían guardias vigilando de manera que era imposible cualquier intento sin que hubieran terribles consecuencias y pudieran enterarse las autoridades pertinentes.
La resurrección de Cristo es el mayor de todos los milagros de él y la máxima prueba de su misión divina. Aunque Jesús hizo muchas maravillas, sin embargo, el apóstol Pablo dijo, según 1ra. Corintios 25:17, que sin su resurrección nuestra fé sería vana y estaríamos todavia en nuestros pecados. Además, su resurrección fué la señal que el mismo Jesús prometió como la prueba de su misión divina (Mateo 12:38-40; Juan 2:19). Y si Jesús hubiera fallado en su promesa de volver a la vida el tercer dia después de su muerte, se le hubiera podido acusar de impostor.
LOS ENEMIGOS DE JESUS CONFIRMAN SU RESURRECCION
Los sacerdotes y fariseos, enemigos aférrimos de Jesús, comprendieron muy bien la importancia de su promesa de resucitar y por eso tomaron precausiones de sellar la tumba y de poner guardias. Esas medidas preventivas excluían la posibilidad de un posible fraude, ya que no habia manera de que alguien se pudiera robar su cuerpo de la tumba que, además de estar cubierta por la enorme piedra y sellada, también habían guardias vigilando de manera que era imposible cualquier intento sin que hubieran terribles consecuencias y pudieran enterarse las autoridades pertinentes.
Pero fueron los mismos principales sacerdotes y fariseos
los que confirmaron por medio de sus precausiones la certeza del
milagro de la resurrección de Cristo, el Hijo del Dios viviente. La
Biblia dice en el libro de Mateo, capítulo 28 y versículos del 11 al 15,
que unos de los que formaban parte de la guardia fueron a la ciudad
para darle aviso a los principales sacerdotes de las cosas que habían
acontecido. ¿Y que fué lo que ellos les fueron a contar? Bueno, veamos
lo que en Mateo 28:2-4 se nos dice sobre lo que sucedió y que fué visto
por los guardias.
Primeramente, los guardias estaban bien despiertos y
vigilantes, y de no haber sido así, hubieran tenido que despertarse
comoquiera ya que la Biblia dice que en ese lugar de la tumba hizo
aparición un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando hasta
allí, y ocurrió como consecuencia de esto un gran terremoto. Aquellos
guardias recibieron tremendo sacudimiento a causa de ese terremoto, y
más aún, cuando vieron al poderoso ángel con aspecto como de relámpago y
su vestido blanco como la nieve (así mismo lo dice la Biblia), y que al
llegar allí, removió la piedra como si fuera un juguetito, y se sentó
sobre ella ahí mismo frente a los guardias. El miedo que sobrecogió a
los guardias cuando vieron al poderoso ángel fue tal, que les temblaba
todo, hasta el punto de quedar como muertos (sin que nadie los tocara).
Fué esa historia la que ellos le fueron, no a contar,
sino a dar aviso y alertar a los principales sacerdotes de que ellos
mismos fueron testigos oculares del evento sobrenatural que sucedió a
causa de la resurreción de Cristo. Se efectuó una reunión entre los
ancianos y los guardias; entonces hubieron acuerdos fraudulentos para
hacer callar a los guardias. Y como siempre sucede entre la gente que no
tiene temor de Dios, aunque se hagan llamar líderes religiosos, se
procedió a chantajear con la mentira, dándoles mucho dinero a los
soldados (vs. 12) para que dieran un testimonio falso y contrario a lo
que ellos mismos vieron con sus propios ojos. Y esto fué lo que les
ordenaron los ancianos: "Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de
noche, y lo hurtaron (el cuerpo de Jesús), estando nosotros dormidos."
(vs. 13). Los principales sacerdotes se iban a encargar de ponerlos a
salvo de un posible castigo si el asunto llegaba a oídos del gobernador.
Así que los guardias "...tomando el dinero, hicieron como se les había
instruído." (vs. 15).
SU RESURRECCION ES REAL
La resurrección no fué un retorno aparente, o una mera alucinación de los apóstoles, sino que Cristo reasumió su cuerpo humano. La resurrección de Cristo es un hecho histórico atestiguado por testigos que no podían, ni querían engañar, y mucho menos ser engañados. Entre aquellos que la Biblia menciona que vieron a Jesús resucitado se incluye primeramente a Maria Magdalena, Maria la madre de Jacobo, Salomé (Mat.28; Mar.16), Juana y las demás con ellas (Luc. 24:10), a los apóstoles (Mar.16:14; Juan 20:19-29), a Cleofas junto a otro discípulo (Lucas 24:13-35), a más de 500 hermanos a la vez (1a.Cor.15:6), y por último al apóstol Pablo (1a.Cor.15:8).
La resurrección no fué un retorno aparente, o una mera alucinación de los apóstoles, sino que Cristo reasumió su cuerpo humano. La resurrección de Cristo es un hecho histórico atestiguado por testigos que no podían, ni querían engañar, y mucho menos ser engañados. Entre aquellos que la Biblia menciona que vieron a Jesús resucitado se incluye primeramente a Maria Magdalena, Maria la madre de Jacobo, Salomé (Mat.28; Mar.16), Juana y las demás con ellas (Luc. 24:10), a los apóstoles (Mar.16:14; Juan 20:19-29), a Cleofas junto a otro discípulo (Lucas 24:13-35), a más de 500 hermanos a la vez (1a.Cor.15:6), y por último al apóstol Pablo (1a.Cor.15:8).
No puede haber ninguna duda, por lo tanto, de que el
testimonio de todos estos y demás testigos pudo más que el testimonio
falso de los soldados chantajeados por los principales sacerdotes
judios. La resurrección de Cristo es un hecho real. Los apóstoles dieron
testimonio constante de ella, y de hecho, la consideraron como la base
de toda su predicación. Hechos 4:33.
CRISTO ES NUESTRA RESURRECCION
Jesúcristo dijo: "Yo soy la resurrección y la vida;
el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y
cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?" Juan 11:25, 26. El Señor te invita para que creas en él, si es que aún no lo has hecho.
PASION Y MUERTE DE JESUS
PASION Y MUERTE DE JESUS
1. Cuando terminaron de cenar, ya era tarde en la noche. ¿Qué hicieron Jesús y los Apóstoles después de la Ultima Cena?
Jesús quiso irse a orar a un sitio
solitario, donde El siempre iba con sus Apóstoles. Se llamaba el
Huerto de los Olivos, porque allí habían muchos árboles de olivo.
Jesús le pidió a tres de sus Apóstoles
–Pedro, Santiago y Juan- que lo acompañaran a orar, porque El se sentía
muy triste y necesitaba su compañía.
2. ¿Por qué Jesús estaría tan triste?
Porque sabía que iba a morir y a sufrir mucho al día siguiente, al no más amanecer.
3. ¿Saben qué le sucedió a esos tres Apóstoles?
Se quedaron dormidos, mientras Jesús oraba al Padre. Y Jesús se los reclamó: ¿No podían ni estar despiertos conmigo aunque fuera por una hora?
4. ¿Cómo oró Jesús al su Padre esa noche?
Si es posible, que no tenga que
pasar por todo ese sufrimiento, Padre. Pero Yo quiero hacer lo que Tú
deseas de Mí, no lo que Yo quiero. No se haga mi voluntad, sino tu
Voluntad, Padre.
5. ¿Cómo podemos imitar esa oración de Jesús?
Siempre que le pidamos a Papá Dios o
a Jesús algo, debemos decirle: Tú sabes que yo quiero esto o aquello,
pero que se haga tu Voluntad y no lo que yo quiero.
Y aceptar lo que Dios nos manda.
A lo mejor nos da lo que le pedimos, a lo mejor no. Pero Dios es el
que sabe de verdad qué es lo que necesitamos y qué es lo que nos
conviene.
6. ¿Qué sucedió mientras Jesús estaba en la Oración en el Huerto de los Olivos?
Vinieron a ponerlo preso.
7. Y ¿por qué iban a poner preso a Jesús? Además, ¿cómo sabían que Jesús estaba en ese sitio?
Los enemigos de Jesús querían
matarlo, porque no les gustaban las cosas que Jesús hacía. No les
gustaban sus milagros. No les gustaban lo que Jesús enseñaba.
Además, uno de los 12 Apóstoles,
llamado Judas Iscariote, se le volteó a Jesús y lo traicionó. Judas
fue el que le dijo a los enemigos de Jesús dónde podrían encontrarlo
esa noche. Como Judas siempre andaba con Jesús, él sabía dónde Jesús a
veces pasaba las noches orando.
8. ¿A dónde llevaron preso a Jesús?
Lo llevaron ante varias
autoridades. Una muy importante fue Poncio Pilato, que era el
Gobernador. Ese era el que podía ordenar la Crucifixión de Jesús.
Poncio Pilato no lo quería mandar a
matar, porque al interrogarlo se dio cuenta que Jesús era inocente de
las cosas que decían contra El.
Pero los enemigos de Jesús
presionaron mucho a Pilato, le armaron una poblada de gente que pedía a
gritos que crucificaran a Jesús.
Poncio Pilato tuvo miedo y terminó condenándolo a pesar de que sabía que era inocente.
Y así, Jesús fue condenado a morir crucificado en una Cruz.
9. ¿Qué le hicieron a Jesús antes de llevarlo a crucificar?
Primero lo azotaron en todo su
cuerpo. Luego le pusieron una corona de espinas en su cabeza, para
burlarse de El, porque se decía que Jesús era el Rey de los Judíos.
La Sangre de Jesús comenzó a
derramarse por los azotes fortísimos que recibió en todo su cuerpo y
por las espinas que tenía clavada en su frente y en su cabeza.
10. ¿Cómo lo llevaron a crucificar?
Le pusieron la Cruz en sus hombros y
lo empujaban y golpeaban para que subiera la cuesta para llegar al
sitio de la Crucifixión.
En la mitad de la subida casi se
le queda muerto, pero pasaba por allí un desconocido a quien obligaron a
que cargara la Cruz con Jesús. Ese fue Simón de Cirene y él ayudó a
Jesús a llevar la Cruz hasta el Calvario.
11. ¿Cómo lo crucificaron?
Le clavaron las manos y los dos
pies con unos clavos inmensos que traspasaban cada una de sus manos y
otro clavo que traspasaba los dos pies juntos para sostenerlos contra
el madero de la Cruz.
Luego clavaron la Cruz en el suelo. Jesús sufría muchísimo, hasta que murió desangrado y asfixiado.
12. ¿Qué sucedió en el momento de la muerte de Jesús?
Jesús dio un grito fuerte. Murió y
hubo un terremoto y una oscuridad como de noche, a pesar de que su
muerte fue a las 3 de la tarde.
Al pie de la Cruz viéndolo morir
estaba la Santísima Virgen María, su Madre, algunas mujeres que siempre
lo acompañaban, y de los Apóstoles, sólo San Juan.
Habían otras personas, la mayoría
eran los que se ocuparon de apresarlo y crucificarlo. Pero por las
cosas que sucedieron al morir Jesús, algunas de esas personas se dieron
cuenta que Jesús era verdaderamente el Hijo de Dios.
13. ¿Qué hicieron con el cuerpo de Jesús?
Había un amigo secreto de Jesús que
tenía un sepulcro allí cerca. Se llamaba José de Arimatea. Junto con
la Virgen, San Juan, las mujeres y otro amigo de Jesús llamado
Nicodemo, sepultaron a Jesús.
Los sepulcros de esa época no eran
como las tumbas de ahora, sino como cuevas que se abrían en las
montañas. Y adentro sobre una especie de mesa se ponía el cuerpo del
difunto.
Las autoridades pusieron una piedra
pesadísima para tapar la entrada del sepulcro de Jesús, porque temían
que alguien se robara su cuerpo. Y pusieron una guardia permanente de
soldados romanos.
14. ¿Por qué tanta guardia en la tumba de Jesús?
Porque Jesús había dicho que El iba a morir, pero que al tercer día iba a resucitar.
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